Financial Times: las tendencias en los negocios, personas a tener en cuenta y riesgos en el horizonte de 2024
La IA es la gran noticia tecnológica, el lujo pierde algo de brillo y más empresas de capital riesgo podrían dirigirse a los mercados públicos.
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Si el año pasado enseñó a preocuparnos por los chatbots inteligentes, este 2024 descubriremos si la inteligencia artificial está preparada para un uso mucho más amplio. Los periodistas del Financial Times analizan esta y otras tendencias de empresas de sectores como las grandes energéticas, el lujo y el capital riesgo.
Tecnología
Tendencias a seguir
Si la mayor noticia tecnológica de 2023 fue la carrera por construir sistemas de IA generativa capaces de imitar a los humanos en la producción de textos e imágenes, 2024 supondrá la prueba de fuego para saber si está lista para su adopción generalizada.
Empresas de Internet de consumo como Google ya están incorporando la nueva IA a sus servicios gratuitos. Pero aún no está claro si los consumidores también estarán dispuestos a pagar un precio más alto por la IA y los primeros indicios sugieren que la adopción en las empresas será lenta. Estos sistemas suelen "alucinar" -inventar información- o producir resultados erráticos, y muchas empresas apenas están explorando cómo utilizarla para que sus trabajadores sean más productivos. Después de tantas esperanzas y exageraciones, los retrasos en la adopción de la IA generativa en 2024 podrían hacer mella en la euforia bursátil por esta tecnología.
El mayor riesgo
En los 13 años transcurridos desde que Bruselas abrió su primera investigación sobre las acusaciones de comportamiento anticompetitivo de Google, las mayores empresas tecnológicas se han enfrentado a pocas sanciones antimonopolio más allá de las multas económicas que pueden permitirse cómodamente. Esto podría cambiar en 2024, cuando un juez de Washington dicte sentencia en un caso histórico de búsquedas contra Google, abriendo potencialmente el camino a cambios ordenados por los tribunales en la estructura de la empresa o en su forma de operar.
Al mismo tiempo, la Unión Europea (UE) dará los primeros pasos en la aplicación de su nueva Ley de Mercados Digitales, concebida para acabar con los "guardianes" que dominan áreas cruciales de la actividad digital. Para los consumidores, esto podría suponer una mayor oferta de servicios digitales. Sin embargo, tras una gran subida de los valores tecnológicos en 2023, también supone un grave riesgo para los inversores.
Persona a seguir
Tras su sorprendente despido y reincorporación como director ejecutivo del fabricante de ChatGPT OpenAI, Sam Altman estará aún más en el punto de mira este año que en 2023. La agitación ha puesto de manifiesto una incómoda tensión en el corazón de la industria, ya que OpenAI y sus rivales compiten por desarrollar una tecnología que admiten que también podría causar graves daños.
La vuelta al timón tras la revuelta de los empleados parece una poderosa reivindicación para Altman y una luz verde para seguir adelante. Pero un consejo de administración nuevo y con más experiencia buscará formas de consagrar la misión de la empresa de dar prioridad a la seguridad, y el comportamiento pasado de Altman está siendo investigado por el consejo. Su reto será mostrar un serio compromiso con la seguridad, sin abandonar la carrera de la IA.
¿Cuál sería la mayor sorpresa?
El estatus de Apple como la empresa más valiosa del mundo, posición que ha mantenido casi ininterrumpidamente durante más de una década, podría llegar a su fin en 2024. El fabricante del iPhone ha tardado en utilizar la IA generativa para mejorar sus servicios, lo que ha aumentado la presión para que diga más sobre sus planes en su evento anual para desarrolladores, que normalmente tiene lugar en junio. Mientras tanto, se espera que su nuevo gadget más importante desde hace años, el auricular Vision Pro, se venda en pequeñas cantidades cuando salga al mercado este año.
En cambio, Microsoft, que vale un 9% menos que Apple, está en la cima de la ola de la IA generativa, gracias a su temprana alianza con OpenAI. Si esto se traduce en mayores ventas de software y un impulso a su plataforma de computación en nube Azure, Microsoft podría convertirse en el líder del sector tecnológico por capitalización bursátil.
Capital privado
Tendencia a seguir
Los grupos de capital riesgo, como Blackstone, llevan mucho tiempo presentando sus fondos como una forma de superar a los mercados públicos. Pero ellos mismos son empresas públicas y puntales de las carteras de los accionistas ordinarios de todo el mundo.
En septiembre, Blackstone se convirtió en el primer grupo de capital de inversión incluido en el índice S&P 500, y sus rivales Apollo Global y KKR esperan no quedarse atrás. La aceptación de los grupos de capital riesgo en los mercados públicos ha impulsado sus acciones a máximos históricos.
Esta perspectiva alentadora está tentando a otros, como CVC Capital, General Atlantic y L Catterton, a seguir su ejemplo. Es probable que CVC sea el primero en dar el salto el año que viene. Si su salida a bolsa es bien recibida, podría estimular una oleada de oferta pública inicial (OPI).
El mayor riesgo
Una buena parte del dinero que afluye al sector lo hace en forma de primas de seguros de ahorradores que buscan ingresos en su jubilación, en lugar de la fuente tradicional de inversores institucionales que buscan financiar compras de empresas.
Los reguladores han empezado a preocuparse por esta tendencia, al igual que inversores privados avispados como JC Flowers. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), casi el 10% -US$850.000 millones- de los activos de seguros de vida de EEUU pertenecían o estaban gestionados por empresas de capital riesgo a finales de 2021. El cambio ha supuesto un fuerte aumento de los activos ilíquidos en manos de las aseguradoras y el fondo ha señalado los peligros de "contagio" al sector financiero en general y a la economía real.
El escrutinio no hará sino aumentar a medida que altos funcionarios de Washington, como el senador estadounidense Sherrod Brown, lleven a cabo sus propias investigaciones.
Persona a seguir
Harvey Schwartz, ex presidente de Goldman Sachs, tomó las riendas de Carlyle Group en febrero enfrentándose a lo que muchos negociadores calificaron de una tarea brutalmente dura.
Los tres multimillonarios cofundadores de Carlyle ayudaron a crear el sector, pero un plan de sucesión chapucero, unos resultados mediocres y un entorno difícil para la captación de fondos han puesto al grupo a la defensiva.
Desde que tomó las riendas, Schwartz ha reparado los lazos con los inversores institucionales y ha iniciado una renovación operativa para mejorar los márgenes de beneficio y reactivar el crecimiento. Recientemente, el grupo ha recortado algunos dealmakers y reducido gastos.
Es el tipo de trabajo por el que Schwartz era conocido en sus décadas en Goldman Sachs. No obstante, pronto tendrá que establecer una estrategia global para Carlyle y nuevos objetivos financieros.
¿Cuál sería la mayor sorpresa?
Los directivos del capital riesgo insisten en que el sector está entrando en una fase de consolidación, en la que las empresas más pequeñas serán absorbidas por otras más grandes y diversificadas.
Grupos como Apollo, Brookfield, CVC, TPG y General Atlantic han acordado recientemente adquisiciones de empresas de inversión privada y BlackRock está a la caza de fusiones y adquisiciones. Pero puede que se avecine otra oleada de acuerdos.
Aseguradoras como Prudential, MetLife y Allianz podrían adentrarse más en el mercado alternativo estableciendo asociaciones de inversión con grandes grupos de capital privado, o adquiriéndolos directamente.
Lujo
Tendencia a seguir
El lujo perdió algo de brillo en 2023. En comparación con muchos otros sectores, éste sigue siendo fuerte gracias a su clientela adinerada, pero algunas partes están decayendo a medida que se desvanece el auge de ventas de Covid durante tres años. El primer culpable fue Estados Unidos, donde los compradores de clase media se apretaron el cinturón.
Los analistas de Bain prevén un crecimiento medio de entre el 4% y el 6%. La tendencia de los últimos años ha sido que las marcas más fuertes, como Hermès, Louis Vuitton y Chanel, se han fortalecido, mientras que sus rivales más pequeñas han sufrido. Se espera que esta polarización aumente en un mercado cada vez más difícil.
Al mismo tiempo, se espera que el "lujo experiencial", como los viajes y la hostelería, crezca a un ritmo más rápido que los artículos de lujo como bolsos y relojes.
El mayor riesgo
Los estrictos cierres de Covid en China afectaron a las ventas de lujo y su recuperación ha sido menos sencilla de lo que muchos esperaban. Pero sigue siendo el mercado que se espera que impulse el crecimiento. La consultora Bain prevé que los compradores chinos representen en torno al 40% de los 540.000 millones de euros del mercado mundial de artículos de lujo personal para 2030.
Si la burbuja inmobiliaria del país estalla o se produce una nueva escalada de tensión con Occidente, sería un duro golpe para el sector. Puede que Estados Unidos sea el mayor mercado del lujo, pero China es su motor de crecimiento.
Persona a seguir
Bernard Arnault, presidente ejecutivo de Louis Vuitton (LVMH), es por algo la figura más influyente del sector. Además de pisarle los talones a Elon Musk, de Tesla, como la persona más rica del mundo, LVMH es la mayor empresa del lujo con diferencia y se considera un referente y un patrón oro para el sector.
Arnault es un operador meticuloso, que controla de cerca la gestión de su imperio, que abarca unas 75 marcas, desde hoteles a alta costura y joyería. Ha ampliado los límites de lo que se creía posible en el sector del lujo, convirtiendo Louis Vuitton en una marca con unos ingresos de 20.000 millones de euros, algo que nunca antes se había hecho en un sector que históricamente ha apostado por la exclusividad.
La empresa tiene liquidez para gastar. Con las valoraciones bajo presión a medida que el sector se reajusta, ¿podría ser 2024 el año en que Arnault haga su próxima gran operación?
¿Cuál sería la mayor sorpresa?
Desde hace años circulan rumores sobre la posibilidad de que LVMH o Kering intenten comprar el grupo de lujo suizo rival Richemont. Aparte de otras marcas de joyería y relojería de Richemont, como Van Cleef & Arpels, el gran premio sería Cartier, cuyas ventas, según Morgan Stanley, rondan los 10.000 millones de euros anuales.
Johann Rupert, presidente y accionista mayoritario de Richemont, de 73 años, lleva mucho tiempo diciendo que no es un vendedor. Pero con el paso de los años y sin sucesor elegido, podría ser sólo cuestión de tiempo.
Defensa
Tendencia a seguir
Los drones de bajo coste se han convertido en un elemento central del campo de batalla en Ucrania, lo que subraya el creciente papel de las nuevas tecnologías autónomas en la guerra moderna.
Este cambio tiene profundas implicaciones para los departamentos de defensa de los gobiernos, que tienen que hacer evolucionar sus estrategias de adquisición, a menudo lentas, de una dependencia de hardware como tanques y barcos a inversiones en sistemas más ágiles como la robótica y los sensores controlados por IA.
En cuanto a la industria, los grandes contratistas que han dominado durante décadas deben intentar seguir el ritmo de los rápidos avances de sus rivales más pequeños y tecnológicos. El año que viene y los siguientes pondrán a prueba su capacidad de innovación, ya que los gobiernos miran cada vez más allá de los proveedores tradicionales.
El mayor riesgo
El conflicto de Ucrania y la tensión en Asia oriental han disparado el gasto en defensa en todo el mundo: el gasto militar mundial total aumentó un 3,7% en términos reales en 2022 para alcanzar un nuevo máximo de US$2.240.000 millones, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz. El gasto militar en Europa registró su mayor incremento interanual en al menos 30 años.
Las promesas de mayores presupuestos de defensa han impulsado las cotizaciones bursátiles de las empresas y han llevado la cartera de pedidos a nuevos récords, pero existe el riesgo de que no toda la financiación se haga efectiva, ya que los gobiernos tienen que hacer frente a otras prioridades presupuestarias.
En Europa, en particular, el conflicto de Ucrania ha impulsado a los gobiernos a cumplir sus promesas anteriores de reforzar el estatus de la región como potencia militar global y cohesionada.
A pesar de algunos avances, persisten muchos de los mismos problemas: fragmentación en la formulación de políticas; rivalidades nacionales que socavan las iniciativas de adquisición conjunta; y decisiones de adquisición favorables a los equipos estadounidenses. La industria aún tiene que convencer a los gobiernos de que la defensa no es sólo una póliza de seguros en tiempos de guerra.
Persona a seguir
Si Donald Trump gana las elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre, podría "alterar por completo todo el rumbo que hemos visto en los dos últimos años", afirma Byron Callan, del grupo de investigación Capital Alpha Partners.
Trump ha afirmado que, de ser reelegido, Estados Unidos se replanteará "el propósito y la misión de la OTAN". También podría aumentar la presión sobre Europa para que aumente su financiación de armamento para Ucrania si EEUU retira su apoyo.
¿Cuál sería la mayor sorpresa?
A pesar del papel cada vez más importante que desempeñan las empresas tecnológicas en el sector, hasta ahora éste se ha mantenido relativamente estable. Todavía no hay ningún disruptor como Tesla, de Elon Musk, en la fabricación de automóviles.
Con muchos de los patrocinadores de las startups de Silicon Valley reclamando un papel más importante en los programas de defensa del Pentágono, esto podría cambiar si una de ellas consigue un gran contrato.
Energía
Tendencia a seguir
El cártel petrolero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha pasado el año recortando la producción en un intento cada vez más tenso de impulsar los precios. Tras recortar la producción en 2 millones de barriles diarios en octubre de 2022, equivalentes al 2% del consumo mundial, Arabia Saudí ha encabezado una sucesión de recortes en 2023. En total, el grupo producirá casi 6 millones de barriles diarios menos de lo que podría producir en el primer trimestre de 2024.
Al mismo tiempo, el aumento de la producción estadounidense ha hecho que la cuota de mercado de OPEP haya caído a solo el 51%, según la Agencia Internacional de la Energía, la más baja desde que se creó el cártel ampliado en 2016. Y a pesar de los recortes, los precios del petróleo siguen rondando por debajo de los US$ 80 el barril, frente a los casi US$ 100 de septiembre.
Dado que se espera que la producción de los países no miembros de la OPEP siga aumentando el próximo año, cabe preguntarse cuánto tiempo podrán Arabia Saudí y sus aliados seguir regalando cuota de mercado.
El mayor riesgo
La inflación y los altos tipos de interés han disparado los costes de los proyectos de energías renovables en 2023, obstaculizando los esfuerzos por alejar el sistema energético mundial de los combustibles fósiles.
Si los tipos se mantienen altos, como creen algunos economistas, podría ser otro año decepcionante para los proyectos de energías limpias justo cuando el mundo necesita que la transición energética gane ritmo. El sector de la energía eólica marina se enfrenta a retos especialmente graves. Ørsted, líder del sector, ha sido una de las varias empresas que ha realizado grandes amortizaciones en su cartera en 2023.
Persona a seguir
El CEO de BP: quien quiera que sea. Murray Auchincloss, el jefe interino, asumió el cargo en septiembre tras la dimisión de Bernard Looney por no haber revelado al consejo sus relaciones pasadas. La búsqueda de un sustituto permanente está llevando más tiempo de lo que muchos esperaban.
Auchincloss, que anteriormente ocupó el cargo de director financiero, goza de la simpatía de los inversores y es considerado internamente como el favorito por antiguos y actuales empleados. BP también está considerando la posibilidad de contratar por primera vez a un consejero delegado externo.
En última instancia, la elección de un candidato interno o externo podría determinar si la empresa energética de 114 años sigue adelante con el plan de transformación ecológica encabezado por Looney.
¿Cuál sería la mayor sorpresa?
En los últimos tres meses, la industria petrolera estadounidense se ha consolidado: ExxonMobil, Chevron y Occidental han lanzado mega operaciones multimillonarias por rivales más pequeños. La oleada de adquisiciones ha llevado a especular sobre las fusiones europeas y, en concreto, sobre la posibilidad de que Shell compre BP. La unión de las dos mayores empresas energéticas del Reino Unido es algo que Shell lleva años estudiando periódicamente. Con 166.000 millones de libras, la capitalización bursátil de Shell duplica la de BP.
El director ejecutivo de Shell, Wael Sawan, ha declarado que las grandes adquisiciones no son una prioridad de aquí a 2025, por lo que cualquier movimiento el año que viene sería una gran sorpresa.